El garabato es la más complicada creación artística, sólo pocos de ellos llegan a ser expuestos en importantes galerías. Lo primero que se debe tener es un sujetador de herramientas, las manos son preferidas por muchos hombres y mujeres para este fin, los desafortunados que no vinieron con estas incluidas pudiesen utilizar los espacios de entre los dedos de los pies o la boca misma. Una vez cumplida esta condición es necesario conseguir la herramienta (material que deje rastro de existencia) varitas de madera con relleno de grafito, pelo de animal en palitos y jugos de colores o secreciones nasales para lograr obras con volumen y textura. Teniendo uno o varios de estos implementos a mano, o pie, o boca, simplemente hará falta tener: una vida llena desde el comienzo, de miradas pérdidas al horizonte, de curiosidad por el trabajar de las hormigas, el volar de las aves, la metamorfosis de las libélulas, de perseguir arcoiris, de alimentar sueños. También es necesario: echar un vistazo a 2000 mentes, algunas en papel, otras en dvd, hacer mantenimiento regular a las alas, remitir una carta haciendo manifiesta enemistad para con el sistema, aunque algunas veces nos llene la taza de harina, comer dulces en la oscuridad, golpear el cráneo repetidas veces contra cualquier mesa (preferiblemente redonda y con gente sentada alrededor), patear al mostro de debajo de la cama, saber el significado de la palabra zoomorfa: zoomorfa y finalmente inclinar el cuello para iniciar la creación sosteniendo cómodamente entre hombro y oreja, el auricular del teléfono.